domingo, 2 de junio de 2013

EL  MESTIZAJE EN EL ECUADOR
La población mestiza ecuatoriana es el resultado de las múltiples mezclas biológicas
y culturales que ocurrieron a partir de la conquista española. El proceso de contacto
y mezcla iniciado hace más de quinientos años, ha significado el surgimiento de un
sistema de representaciones particular, que contiene elementos provenientes de la
matriz cultural europea, de la indígena -andina principalmente- y de la africana. Este
sistema de representaciones tiene, obviamente, matices en las diferentes regiones
del país, sin que estos lleguen a constituir diferencias significativas que conduzcan a
concebir a la población costeña, andina, insular o amazónica como grupos
socioculturales distintos.
Se estima que en Ecuador, al menos 9 millones de personas son mestizas, aunque
su autodefinición sea ambigua. En unos casos se autodenominan blancos, para
distinguirse de los indígenas; en otros, se reconocen como mestizos, aunque no
asuman con claridad el componente indio que constituye su cultura; en la costa, el
genérico ‘montubios’ sirve para designar especialmente a la población campesina,
pero no a los citadinos que prefieren llamarse costeños, tomando distancia de
quienes consideran tienen ancestros indígenas. Lo cierto es que, aún cuando
algunos sectores no fueran descendientes de padres indígenas y europeos, el
mestizaje cultural, en tanto intercambio, adopción y adaptación de elementos
provenientes de distintas realidades es un hecho innegable en la mayor parte de la
población del país.
Una primera división de la población mestiza puede hacerse por su lugar de
residencia; así, se tiene que existe una población mestiza urbana, que habita todas
las ciudades del país en sus cuatro regiones naturales y una población mestiza rural,
dedicada a las labores del campo, que igualmente está dispersa en todas las
regiones geográficas. Hasta la década del sesenta, la mayor parte de la población